Desde la escuela vemos la necesidad de introducir nuevas actividades que permitan mejorar y ampliar el contacto de nuestros alumnos con el entorno, la naturaleza y potenciar la educación ambiental. El huerto es un recurso vinculado al área de conocimiento del medio, biología, educación medioambiental, educación para la salud y educación del consumidor.

Tener un huerto escolar urbano puede ayudar a nuestros alumnos a tomar conciencia de lo que son las tareas agrícolas y valorar la importancia de la agricultura en la obtención de alimentos.

El huerto aporta vivencias únicas en aquellos alumnos que tienen poco contacto con la naturaleza, los espacios rurales y agrícolas.

El huerto permite potenciar las habilidades sociales, de trabajo en equipo todo en un contexto vivencial y manipulativo.

El huerto se convierte en una herramienta eficaz para valorar las consecuencias negativas medioambientales de una agricultura intensiva no ecológica: desertificación de regiones, aguas freáticas contaminadas por nitratos, suelos contaminados por plaguicidas. A la vez, permite introducir conceptos y valoraciones sobre la agricultura ecológica: uso de compuestos o abonos ecológicos, mantenimiento de la salud de agricultores y consumidores ya que no se usan plaguicidas, no contamina, etc.